La obesidad causa problemas de fertilidad, tanto en el hombre como en la mujer. En una pareja, sin problemas de salud de base, la edad, el estilo de vida o el consumo de alcohol o tabaco, pueden influir tanto en la capacidad de concebir natural como en el éxito de los tratamientos de reproducción asistida. Además, aumenta el riesgo de diabetes, de enfermedad cardiovascular, de apnea del sueño, de estrés, depresión y un largo etcétera.
En los últimos años se ha demostrado científicamente que el peso también puede afectar de forma importante en el tiempo que tarda una mujer sana en quedarse embarazada. Tanto el exceso como el defecto pueden dificultar la consecución de un embarazo.
Obesidad y gestación
La Organización Mundial de la Salud (OMS), establece el límite superior de peso normal en 25 kg/m2. Se considera sobrepeso cuando el IMC se sitúa entre 25 y 29’9kg/m2 y obesidad si el IMC es superior a 30kg/m2. El tejido adiposo tiene un impacto significativo sobre la función reproductiva ya que tiene la capacidad de acumular hormonas sexuales y metabolizarlas. Un aumento de tejido adiposo puede alterar el equilibrio entre la biodisponibilidad de estrógenos, andrógenos y hormonas sexuales circulantes. Estas alteraciones hormonales ocasionan dificultad para conseguir el embarazo, ya sea por medios naturales o con técnicas de reproducción asistida.
En el caso de las mujeres el IMC ha sido relacionado con mayor incidencia de alteraciones menstruales, amenorrea, hirsutismo, complicaciones obstétricas. Los altos niveles de estrógenos que ocasiona la obesidad generan un mayor riesgo de aborto, menor probabilidad de éxito en tratamientos de reproducción asistida, síndrome de ovarios poliquísticos y desorden de los niveles hormonales. Según los expertos, una mujer obesa tiene más dificultad a la hora de concebir y la pérdida de tan sólo un 5% del exceso de peso corporal puede ser suficiente para ayudar a mejorar la fertilidad.
En el caso de los varones, los obesos tienen un semen de peor calidad que los normopesos. Debido a que la obesidad genera estrés oxidativo a nivel testicular, disminuyendo la espermatogénesis: hace que tengan menos cantidad de espermatozoides y que éstos tengan una menor movilidad, viéndose incrementado además el índice de fragmentación del ADN espermático. A nivel funcional, la obesidad también causa disfunción eréctil.
La obesidad es un problema de salud cada vez más generalizado. Además, la genética y la bioquímica van muchas veces en contra de las personas obesas, por lo que es necesario estudiar cada caso en particular, ya que la respuesta de la predisposición genética al incremento de peso también depende de otros factores como los ambientales, el nivel de actividad física, la educación, los antecedentes familiares y los factores socio-económicos y conductuales.
Las sociedades científicas, los expertos en fertilidad y las recientes investigaciones, nos reiteran la gran influencia del peso en las probabilidades de gestación.
Por todo lo anterior para FivSantander es un objetivo importante orientar a nuestros pacientes para intentar conseguir el mejor estado físico por lo cual hemos comenzamos una colaboración con Marismas Wellness, dentro de sus excelente instalaciones sus cualificados profesionales ayudarán a conseguir el peso ideal pero como debe ser, de forma controlada y saludable.